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Tras años de investigación hemos dado con la solución definitiva al problema del Filtro de Partículas (FAP)

FAP, filtro de partículas

A los coches con motor diésel se les acumulan los problemas. Además de ser el tipo de motor más contaminante, todas y cada una de las incidencias, con punto de origen en el denominado filtro de partículas, son un auténtico quebradero de cabeza para todos los usuarios de vehículos con FAP o DPF (filtro anti partículas o diésel particule fiter).

Muchos conductores optan por adquirir un coche diésel buscando un ahorro de costes. Consumen menos carburante, y además el diésel es más económico que la gasolina. Sin embargo, en ocasiones, sobretodo cuando su conducción es mucho más urbana que extra-urbana, se dan cuenta de que deben llevar su automóvil prácticamente recién estrenado al mecánico de forma recurrente debido, al mal funcionamiento del FAP.

Cuando aparecen las averías derivadas del Filtro Anti Partículas el vehículo nos avisa en en cuadro de instrumentos e inmediatamente se pone en fase de auto-protección (la ECU del motor limita las prestaciones del vehículo) acarreando problemas graves en nuestra seguridad y la de los demás por la posibilidad de ocasionar un accidente dependiendo de en que momento ocurra el fallo anteriormente mencionado.

Así, después de años de múltiples fases de investigación, hemos conseguido dar con la solución definitiva para acabar con este problema recurrente y muy peligroso del filtro de partículas diésel (FAP o DPF).

¿Qué es el FAP o DPF?

La mayoría de vehículos diésel fabricados posteriormente a 2003 y en la actualidad todos incorporan lo conocido como DPF (por sus siglas en inglés Diésel Particulate Filter) o FAP (en español Filtro Anti Partículas). Su función no es otra que ayudar a que este tipo de motor cumpla con la normativa anti contaminación, puesta en marcha a raíz del cambio climático que se vive por la gran cantidad de dióxido de carbono que está destruyendo la capa de ozono.

Durante el ciclo de combustión del motor en el que el pistón permite la entrada de aire que alcanza la presión máxima en la fase de explosión, después de varias vueltas del cigüeñal, se llega a la fase final conocida como escape. En este último paso, los gases de combustión vuelven al exterior a través de la válvula de recirculación de gases de escape EGR.

El filtro de partículas permite quemar algunas partículas de hollín, generadas durante algunas fases de la combustión, reduciendo el nivel de contaminación que se expulsa por la válvula de escape una vez finalizado el ciclo de combustión, y antes de reiniciar todo el proceso.

Coloquialmente, se conoce como “fase de regeneración”. Es algo habitual durante los primeros 1.000 kilómetros de rodaje que realiza cualquier tipo de coche. El hollín se queda enganchado en las paredes del FAP, y con el aumento de temperatura, mediante las regeneraciones automaticas que genera el vehículo es incinerado. Como si de una esponja se tratara, el filtro de partículas es capaz de absorber materiales como sulfuro, hidrocarburos o materiales más pesados. De hecho, si este filtro no actuara, estas partículas acabarían saliendo al exterior y siendo respiradas por los pulmones humanos.

Tipos FAP

FAP sin aditivo

Es el más habitual. Está situado cerca del motor y esto permite alcanzar la temperatura necesaria para poder llevar a cabo el proceso de regeneración. Suelen formar un cuerpo junto al catalizador y suelen ser difíciles de separar.

FAP con aditivo

El filtro está más alejado del motor y para conseguir esa temperatura necesaria se utiliza un aditivo al gasoil. Al entrar en contacto con las partículas, este se activa y lleva a cabo este proceso. Por ello, es necesario rellenar los depósitos de aditivo cada cierto tiempo.

Los recorridos urbanos no son recomendados para el FAP

Es obvio pensar que tenemos un coche para que nos de servicio y no que nosotros se lo tengamos que dar a él. Es muy complicado adaptarse a los parámetros que el fabricante y el concesionario nos recomiendan (debido al tipo de vida que llevamos y el poco tiempo del que disponemos) de realizar trayectos largos por autovía, o trayectos cortos a 3000 rpm ya que realmente en pocas ocasiones dan buen resultado después de aparecer el temido fallo del FAP. Por eso el mundo de la automoción necesitaba una solución definitiva a este problema y nosotros hemos dado con ella.

Pese a que las funciones del filtro de partículas parecen idílicas y muy involucradas en reducir los efectos contaminantes de los coches, los conductores acostumbran a acabar desesperados con este componente de los vehículos con motor diésel. Obviamente, cada persona utiliza su coche con finalidades distintas, que pueden no ser del todo beneficiosas para el FAP. Los problemas mecánicos tienen su punto de partida en aquellos conductores que centran el uso de su vehículo en tramos urbanos. Circulando a un número de vueltas bajo de forma regular, el filtro de partículas no consigue la temperatura suficiente para eliminar las partículas de hollín (por encima de los 600 grados). En este sentido, las partículas se acumulan en el filtro sin ser capaz de ser incineradas. Esto provoca que el filtro se acabe saturando. Este mismo contratiempo también se produce en los trayectos cortos. No hay que obviar que este proceso requiere entre 10 y 25 minutos para completarse. Cada vez que el motor se pone en marcha se inicia el proceso de regeneración. Si se apaga antes de completarse, el proceso no es completado.

Por ello, es recomendable que se ponga el coche en circulación durante media hora de forma periódica para que se pueda completar este proceso, y las partículas de hollín no se acumulen en el filtro de partículas. Cuando la acumulación es persistente, el cuadro de instrumentos de nuestro coche nos dará un mensaje de error. Algunos modelos más avanzados advierten que se está realizando el proceso de regeneración. Otros no aportan esta información y deberán ser los sentidos del conductor, a partir del sonido del motor y las vibraciones del relentí, los que adviertan que es necesario completar el proceso de regeneración.

Con todo, otro de los problemas más recurrentes se produce con un error entre la entrada y la salida del filtro con el sensor de presión diferencial. En esta situación, se provoca un problema electrónico que conlleva un aumento innecesario de los procesos de regeneración o una falta de los procesos de limpieza.

¿Qué soluciones al filtro de partículas podemos encontrar a día de hoy?

Lavar el Filtro de Articulas

Es la solución más común a la hora de atacar al problema junto con una telecarga de parámetros aconsejada por el fabricante. El principal problema de esta solución es que aún lavando bien el FAP, ( solo se consigue dejarlo a un 60% de su cualidades) en poco tiempo volveremos a tener el FAP obstruido ya que los demás componentes que interactuan con él siguen estando sucios y por tanto vuelven a obstruirlo con facilidad.

Sustituir el Filtro de Partículas

El Filtro de Partículas es un recambio muy caro por los materiales que lo componen (paladio, cerámica, platino.....). El principal problema es que solo sustituyendo el FAP no tendremos una solución definitiva, por regla general el FAP nuevo nos durara una tercera parte de tiempo que nos duró el FAP original y en ocasiones muy extremas de conducciones solo urbanas el FAP ha durado 2-3 meses en volverse a obstruir por culpa de los demás componentes que interactuan en el sistema y que siguen estando llenos de carbonilla y aceite.

Anular el Filro de Partículas

Es la solución más económica y en teoría definitiva ya que consiste en vaciar el interior del Filtro de Partículas y anular en la centralita de motor todos los fallos relacionados con el FAP. Pero nada mas lejos de la realidad ya que al vaciar el FAP se modifica gravemente el funcionamiento de la linea de escape y por tanto se contamina muchísimo mas y con la nueva normativa en la ITV de opacidad por marca y modelo de vehículo estos vehículos no pasaran la ITV y por tanto deberán volver a instalar el FAP siendo una pieza de un coste muy elevado.

Nuestra SOLUCIÓN DEFINITIVA (garantizada de por vida)

Desgraciadamente ninguna de las soluciones descritas anteriormente es definitiva con el problema de la auto-protección del vehículo ni con las regeneraciones. Nosotros avanzamos un paso ofreciendo la solución definitiva en 2 puntos cuando surge el problema garantizando de por vida que el coche ya no va a dar mas problemas de FAP y un plan de mantenimiento que denominamos mecánica preventiva para evitar que nuestro coche tenga averías de FAP.

Descarbonización integral del vehículo

Mediante la tecnología más avanzada a día de hoy en el mundo de la automoción somos capaces de Descarbonizar realmente todos los componentes involucrados en el funcionamiento del FAP o DPF para que así pueda funcionar como lo hacia en su estado original.

Mecánica preventiva

Una vez llevada a cabo la descarbonización integral de nuestro vehículo debemos ceñirnos al plan de mecánica preventiva que consiste en regenerar manualmente nuestro FAP para garantizar de por vida que no va a ocasionarnos ningún problema más.

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